El ejecutivo ha olvidado por completo la agenda de probidad, el gobierno ciudadano y los urgentes problemas que aquejan a la gente. Chile necesita de una rapida modernización del Estado comenzando con la renuncia de los jefes y directores de servicios públicos electos por cuoteos partidistas y un control eficaz de los programas sociales y de la transferencia de fondos estatales a corporaciones cuyo único fin es el proselitismo político del conglomerado oficialista. La subsecretaria de Hacienda transfirió 7 millones de dólares a corporaciones de los expresidentes Alwyn y Frei, de la familia Allende, y a la izquierda extraparlamentaria además reciben otras asignaciones directas a través de Chile Compra por el Fondo de Dialogo Social creado por la presidenta. Estos recursos deberían ir en beneficio de los mas necesitados, a mejorar el fracasado y desfinanciado sistema de transporte publico Transantiago o simplemente en ayuda de las victimas del terremoto nortino, en lugar de destinarse a redes vinculados directamente con expresidentes, ex ministros, subsecretarios y otros personeros de la coalición de gobierno. De esta forma el país no avanza en la superación de la pobreza, o en la solución de los problemas reales de la gente, sino por el contrario avanza rápidamente en la inequidad y la corrupción. www.vivimatus.blogspot.com